Sentados en una mesa de un café.
Acerca su plato ya vacío al de él, situado entre los dos.
Coloca un plato sobre el otro, también vacío, los coje suavemente con ambas manos, y los desplaza ligeramente hacia un lado y hacia ella.
Deja las manos reposar sobre la mesa, más cerca de los platos que de su propio borde.
En ese preciso momento él acerca su mano al café , para trazar con el vaso una curva hacia sus propios labios y dar un ligero sorbo.
En esa danza sincronizada ahora ella retrocede sus manos con un movimiento ondulado, recuperando sin continuidad unos milimetros del terreno cedido.
Acerca su plato ya vacío al de él, situado entre los dos.
Coloca un plato sobre el otro, también vacío, los coje suavemente con ambas manos, y los desplaza ligeramente hacia un lado y hacia ella.
Deja las manos reposar sobre la mesa, más cerca de los platos que de su propio borde.
En ese preciso momento él acerca su mano al café , para trazar con el vaso una curva hacia sus propios labios y dar un ligero sorbo.
En esa danza sincronizada ahora ella retrocede sus manos con un movimiento ondulado, recuperando sin continuidad unos milimetros del terreno cedido.