domingo, 14 de julio de 2013

Nuestras familias, esos puzzles tan bien encajados

Pues sí, los sistemas familiares son un maravilloso puzzle de piezas bien encajadas. Cada una tiene su forma, sus necesidades, sus personalidades, ... en íntima interrelación con los demás, a quienes condicionamos y quienes nos condicionan.

Las madres y los padres somos esas primeras piezas que se colocan en el tablero a las que luego se ajustarán luego hijos e hijas. Somos decisivos, vamos a configurar el espacio vital donde se acoplarán ellos, quienes adoptarán las formas que nosotros, consciente o inconscientemente, les definimos.

Por tanto, desde ese amor que les tenemos, con paz y confianza, algo que conviene plantearnos a nosotros mismos, como padres y madres, es si esas situaciones problemáticas de nuestros hijas/os que nos preocupan tienen algo que ver con nuestra propia forma, y desde ahí preguntarnos: ¿en qué medida mi trabajo personal puede contribuir a la mejora de mi hijo, de mi hija?.

Hay padres y madres valientes y que aman a sus hijos e hijas que cuando los traen a una consulta psicológica se atreven a preguntarse eso. Muchas veces resulta que tocando un poquito esas piezas tan importantes en el puzzle, el propio puzzle cambia, y las otras piezas, esos hijos e hijas, se transforman como "por arte de magia" (o sea, por arte del amor que les tienen sus madres y padres).



No hay comentarios: